miércoles, 18 de noviembre de 2009

EL MURO COMUNISTA CAYO HACE VEINTE AÑOS Y LA FAMILIA CASTRO TORTURA CUBA 50 AÑOS. TIRANOS IGUALES QUIEREN PERPETUARSE EN OTROS PAÍSES DE AMÉRICA.

Un nuevo Castro, pero continúa la misma Cuba
La activista de Human Rights Watchs, Sophie Richarson.|AFP

La 'ley de peligrosidad' incrimina a supuestos delincuentes antes de que actúen
El embargo de EEUU sólo ha conseguido aislar a Washington
María Peña | Washington
Actualizado miércoles 18/11/2009 13:41 horasDisminuye el tamaño del texto Aumenta el tamaño del texto Comentarios 52
El Gobierno cubano ha cambiado de manos pero mantiene una vieja "maquinaria represiva" con la que continúa violando los derechos humanos. Escudándose en la "ley de peligrosidad", encarcela a personas que intentan ejercer sus derechos y, en algunos casos, hasta a los desempleados.

Esa es la principal denuncia que se desprende de un análisis divulgado hoy por "Human Rights Watch", en su primera evaluación sobre la situación en Cuba desde que Fidel Castro transfiriera el control del Gobierno a su hermano Raúl en julio de 2006 y la Asamblea Nacional lo eligiera presidente el 24 de febrero de 2008.

HRW, que también ha criticado medidas represivas en Colombia y Venezuela, ha dicho que el encarcelamiento, las palizas, detenciones arbitrarias y violaciones al debido proceso son algunas de las tácticas que usa La Habana contra los detractores de sus políticas.

El informe de 60 páginas, titulado "Un nuevo Castro, la misma Cuba", se apoya en más de 60 entrevistas realizadas entre junio y julio pasado con diversos actores de la sociedad civil en siete de las 14 provincias de Cuba, y no tuvo la venia del Gobierno.

HRW ha destacado la llamada "ley de peligrosidad", "la más orwelliana de todas las leyes cubanas" y con la que, con claros fines políticos, el Gobierno encarcela a personas antes de que hayan cometido un delito, con la sospecha de que "puedan cometerlo en el futuro".

Esa ley, precisa HRW, señala como actividades antigubernamentales: las manifestaciones pacíficas, escribir artículos duros contra el Gobierno, entregar copias de la Declaración Universal de los Derechos Humanos e intentar organizar sindicatos independientes.

HRW ha documentado más de 40 casos de personas encarceladas porque el Gobierno las consideró "peligrosas", pero teme que existan "muchos más casos".

También quienes no tienen empleo, no cooperan con el Estado o no pertenecen a organizaciones del partido de Gobierno son acusados de tener una conducta "antisocial" y sujetos a posibles "advertencias" o a la cárcel, según HRW.

Cita como ejemplo de que, dentro de la "Operación Victoria", en enero pasado, las autoridades acusaron de "peligrosidad" por no tener trabajo a decenas de personas de Cuba Oriental, en su mayoría jóvenes. Un residente de Sancti Spíritus, desempleado por problemas de salud, fue condenado a dos años de cárcel en agosto de 2008.

Los opositores viven con el temor de ser arrestados, como fue el caso del defensor de derechos humanos Rodolfo Bartelemí Coba, que permanece detenido desde marzo pasado, indica el informe.

Pese a la represión "sistemática", la oposición puede canalizar sus ideas a través de blogs independientes, canciones de protesta y, más recientemente, foros públicos que el mismo Gobierno ha organizado para "reflexionar sobre el socialismo cubano", aunque todo eso tiene sus limitaciones, dijo HRW.

Presión de la comunidad internacional.
Cuba ha logrado avances "significativos" en asuntos como la educación y la salud, pero "la cruda realidad es que estos avances no han ido de la mano del respeto de los derechos civiles y políticos", lamentó HRW.

Frente a esa situación, HRW ha afirmado que la comunidad internacional debe ejercer la "presión necesaria" para efectuar cambios en la isla, algo que, a su juicio, no existe ni desde América Latina, EEUU, Canadá o Europa.

HRW ha reiterado que el embargo de EEUU sólo ha conseguido aislar a Washington y que el Gobierno de Castro lo utilice como excusa.

El organismo ha recomendado que la comunidad internacional dé un plazo de seis meses para la liberación de los presos políticos y evalúe posibles medidas punitivas contra los líderes cubanos si el Gobierno no cumple con esos requisitos.

Esas medidas podrían incluir congelación de bienes y la suspensión de nuevas inversiones extranjeras en la isla.

El informe se produce en momentos en que grupos a favor y en contra del embargo miden fuerzas en el Congreso de EEUU, que sopesa una ley para levantar las restricciones de viaje a Cuba para los estadounidenses.

Mientras siga el embargo, "el Gobierno de Castro continuará manipulando la política de EEUU" para presentarse como un "David latinoamericano que se enfrenta ante el Goliath estadounidense", advirtió HRW

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